martes, 16 de febrero de 2016

Micieces de Ojeda. HORNOS CASEROS (II). El horno de pan.






Zona de adoberas (camino de Oteros).




Zona de adoberas (por Los Robles)



                          EL HORNO DE PAN

(JLR)


Los que conocemos como los hornos miciecenses más antiguos, esos que en el decir de la gente “siempre han estado ahí” ─hasta que los derribaron─, provienen de finales del siglo XIX o principio del XX. Y la mayoría son de antes de la guerra del 1936. Solo algunos se hicieron después, incluso se asegura que hubo necesidad de hacerlos en los tiempos del estraperlo y del racionamiento. Recuérdese que en aquellos tiempos se solía moler a escondidas y no era políticamente bueno ni conveniente dar a conocer que se hacía pan.

        El hecho de que hayamos contado hasta 43 hornos de pan en el pueblo ─incluso es muy posible que alguno se nos haya pasado y no lo hayamos contado─, significa que cada familia tenía su propio horno: ese número casi coincide con los datos  esenciales de algunos censos relativos a casas y familias.

Todos los hornos de Micieces son del mismo tipo y modelo: redondos y terminados en bóveda semiesférica. Pero dentro de esta uniformidad, había hornos de dos tipos:

        -      De una planta: era el más común. En su suelo o piso se hacía el fuego, se retiraba cuando ya tenía el calor necesario y ahí mismo se metían los panes y se cocían.
       -    De dos plantas: era menos comunes, pero los había. Estaba dividido en dos partes: la parte baja era el hogar u hornacha, donde se hacía el fuego; la parte de arriba era donde se cocía el pan. Pero ─¡oh sabiduría y experiencia del pueblo!─, el piso de la parte superior tenía una boca o abertura no pequeña en su centro que comunicaba ambos pisos: por ahí pasaban las llamas y el calor a la parte superior. ¿Qué se conseguía con esto? Evitar el efecto glorieta: se calentaba, y mucho, el piso, pero el calor no se repartía por igual en todo el ámbito del horno. Con esa comunicación, el calor se repartía uniformemente y el pan cocía por todas partes a la vez e igual.  En los hornos en los que solo se calienta la parte superior a través del piso o suelo, no se consigue este efecto.


Tanto los hornos de una planta como los de dos eran redondos y en bóveda o cúpula semiesférica. El saber popular había copiado de la arquitectura monumental la bóveda y la había aplicado al horno de pan. Esto tenía sus ventajas: la difusión del calor era uniforme, era fácil alcanzar los grados de calor para la cocción sin aumentar mucho los costes ─o sea: con poca leña se conseguía suficiente calor─, y la cúpula tenía suficiente resistencia como para evitar el peligro de hundimiento. La cúpula se hacía lo suficientemente alta como para que la presión recayese sobre sus propias paredes y la clave funcionaba como punto de apoyo de la presión de la bóveda. Técnicamente, en cuanto obra de arquitectura, el horno en bóveda semiesférica es una obra perfecta, fácil de calcular y fácil de realizar. La forma de los adobes de horno ayudaba a conseguirlo. Y es que el horno de pan era una copia de las cúpulas monumentales en piedra que edificaban los grandes arquitectos, y los adobes de horno imitaban la forma de las piedras labradas para esas cúpulas artísticas, y, como en las obras de piedra, el horno también sellaba su cúpula con la clave, sobre la que descansaba toda la presión. ¿O a lo mejor fue antes el horno de pan en cúpula semiesférica que las obras monumentales en piedra? Desde luego, el pan fue mucho antes.



Algunos de estos hornos eran relativamente grandes; otros, más bien pequeños. Su tamaño dependía del de la familia y del espacio que se tenía para hacerlo. Si la familia era de pocos individuos, no se necesitaba un horno grande, pero si la familia era numerosa, era necesario cocer más pan y el horno era mayor, porque no iban a estar cociendo todos los días.

En Micieces no hubo hornos de poya ─al menos no se recuerdan─, ni se conoció el pan de poya ─"impuesto que se pagaba al dueño del horno", no hacer juego de palabras ni confundir la y con la ll, porque los miciecenses no somos yeístas─. Las familias que no tenían horno, las menos, cocían el pan en el horno de otra familia y, seguro, algo pagarían, generalmente en especie, pero nunca se lo llamó “pan de poya”.


Nº 31 en el listado.


Nº 31 en el listado.

En Micieces hoy solo quedan en pie tres hornos: en el plano corresponden a los números 25, 31 y 32. A lo mejor hay más y alguien puede dar razón de ellos. Han ido desapareciendo paulatina y progresivamente. ¿Por qué? Son varias las causas que los han hecho derribar:

·    Ya no se necesitaban porque había panadero que te ponía el pan en la puerta y, bien mirado, salía más cómodo, más práctico e, incluso, más barato. A esta causa también se le puede dar la vuelta: porque desaparecían los hornos, aparecieron y aumentaron los panaderos.
·    Demasiado trabajo, esfuerzo y sudor para hacer el pan: el “ganarás el pan con el sudor…” era cierto, y más en el verano. Y en invierno no era bueno pasar del calor del horno y hornera al frío exterior. El día de cocer el pan era de trabajo duro y pesado, y más casi siempre para las mujeres.
·    Se necesitaba la hornera para otros menesteres: patatera, habitación, almacén… Y el pan ya lo traía el panadero ─en tiempos primeros solo el sr. Resti de Payo; después vinieron otros más─.
·    Cuando se comenzaron a modernizar las antiguas casas, o a hacer sobre sus solares otras nuevas, se arrasó con todo lo que estorbaba. Y, desde luego, el horno y la hornera ya no servían para nada. Economía de espacio y acomodación de los espacios a las necesidades modernas.

Lo peor del deshacerse de los hornos es que se tiraron sin más, sin pena ni dolor, sin lástima siquiera: el horno se había convertido en un estorbo y como tal desaparecía. Modernamente alguno hay que se lamenta de haberlo tirado, o de que se lo hayan tirado.


Solo un horno, el último que se hizo, está fabricado con ladrillo refractario comprado, aunque, eso sí, pegados los ladrillos con argamasa hecha de la arcilla del pueblo. Todos los demás son de adobes, hechos en el pueblo y con la arcilla existente en el pueblo. Dicho de otro modo: son totalmente de fabricación casera y con material casero.

Último horno que se hizo en Micieces (nº 25 en el listado) 







Próximamente:

- LA HORNERA.
- DÍA DE HACER PAN.
- CÓMO SE HACE UN HORNO CASERO DE PAN.
-VOCABULARIO DE "HORNOS DE PAN".


También puedes ver:

- LISTADO DE HORNOS DE PAN.
- LAS HORAS Y LOS NOMBRES DE LAS COMIDAS.
- TRADICIONES Y RITOS EN LAS COMIDAS.
- MÁS TRADICIONES Y RITOS EN LAS COMIDAS.
- LAS OREJUELAS.













No hay comentarios:

Publicar un comentario

Himno a Micieces de Ojeda