lunes, 23 de junio de 2014

Canciones de Micieces de Ojeda: MES DE JUNIO.




TRADICIONES Y CÁNTICOS DE MICIECES
MES DE JUNIO: SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
(JLR)



LA FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN, AYER.


Cuentan fuentes generalmente bien informadas (las tales fuentes son miciecenses con muchos años cumplidos ya) que desde siempre (su siempre se remonta a años antes de la guerra del 1936) hubo y funcionó en Micieces la Cofradía del Sagrado Corazón de Jesús. No era obligatorio su pertenencia a esta cofradía, pero la inmensa mayoría de vecinos y vecinas eran cofrades de ella. También tuvo sus vaivenes, sus años o tiempos más brillantes y otros más apagados. Pero siempre ha existido, y sigue existiendo.
"Detente" que se ponía en
la puerta de la casa.
Hoy esta cofradía se encarga del culto del Sagrado Corazón y, en general, de casi todo lo que los fieles pueden colaborar con la iglesia: limpieza, adornos, lavados… En este aspecto hay que destacar a las cofrades, mujeres, porque los cofrades responden a otros menesteres de aspecto más duro y de los que, por mentalidad propia de pueblo, se suele encargar el varón. Cuando un cofrade moría, el resto de la cofradía lo acompañaba con estandarte desplegado y ofrecía sufragios por su alma. Y el cofrade muerto solía llevar encima de su mortaja el detente (escapulario que se hizo muy popular en la guerra) que le confirmaba como miembro de la Cofradía del Sagrado Corazón.


 En la iglesia parroquial hay una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, en la calle lateral izquierda del retablo del altar mayor, según la miran los fieles. Es de escayola, típica de lo que se ha llamado “factoría de Olot”, pero que puede ser de unos talleres de la provincia de Toledo. Para el caso es lo mismo: son muy similares. Su diseño procede de Francia: a finales del siglo XIX hubo una avalancha de estampas e imágenes de todo tipo de santos y vírgenes, caracterizadas por su mucho colorido y sus rasgos un tanto melífluos. Desde luego no son coincidentes con el barroco español, al que desbancaron en la devoción popular (quizá habría que decir mejor, en la devoción de las gentes de pueblo).  La imagen representa a Cristo que, con la mano derecha, muestra su corazón llameante e irradiado, y con la izquierda parece estar llamando a los fieles. En ambas manos se le ven claramente las heridas de los clavos de la cruz. A pesar de lo que digo arriba, es una imagen atractiva, hecha para promover la confianza, la fe y el amor de fieles.


Pues esta imagen del Sagrado Corazón de Jesús está en el pueblo desde… siempre. Y, lógicamente, si el Corazón de Jesús estaba en un lateral del retablo mayor, todo el mundo se daba cuenta de que ahí, al otro lado, faltaba algo. Y se compró (creo que fue una familia del pueblo) la imagen del Corazón de María: esto ya por la década de los cuarenta.  Todavía queda quien cuenta que fue él el que la trajo en un carro de vacas desde Alar hasta Micieces, porque la habían mandado por tren. Dice que venía muy bien embalada, que la cargaron y trajeron muy preocupados por si se rompía en el camino (la carretera era de cantos), pero que llegó sin novedad. ¡Y el retablo quedó ya equilibrado! La pena es que esas dos imágenes tapaban unos óleos, que eran los originales del retablo. Aunque parece que nadie lo lamentó, pues los tales óleos estaban tan estropeados, que no se apreciaban ya los personajes o santos a los que podían referirse (parece ser que eran cuatro Santos Padres de la iglesia latina).  Con el tiempo (¿cuándo?) desaparecieron los dos cuadros de abajo. (Ahora solo quedan los dos de arriba, pero están muy deteriorados).

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús era muy profunda en la fe de los pueblos y también en  Micieces. El ejercicio devocional de los nueve primeros viernes de mes lo hacía mucha gente, no  solo los niños y mujeres. Y para el día de la fiesta había algo así como confesiones generales y, consecuentemente, comuniones.
La fiesta del Sagrado Corazón se celebraba por todo lo alto: procesión, con la imagen del Corazón de Jesús, el Santísimo, altares por las calles, pendón al viento y banda de música. Terminados los actos religiosos, la banda tocaba y se organizaba un baile, similar al día de la fiesta del pueblo. Un día, cualquier día, llegaron los aires de cambio con un nuevo párroco: no le parecía bien eso del baile en la fiesta religiosa… Y se acabó la música, la banda y el baile… Todo es opinable y fueron muchos a los que esa prohibición no les pareció bien: ¡si era fiesta, era fiesta para todo…! Pero el baile no volvió.


















LA FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN, HOY



La gente del pueblo ha disminuido, pero los que en él quedan siguen manteniendo las tradiciones, en lo posible.
En la ermita (la ermita es el templo que está en el centro del pueblo, que es la ermita de la Virgen de la Calle) se prepara un altarcito con una imagen del Corazón de Jesús que presidirá la novena de preparación de su fiesta. Cuando hay sacerdote y puede, suele haber misa, rosario y novena. Si no, lo que se pueda hacer. Y la víspera, confesiones generales.
El día de la fiesta hay misa solemne y, por la tarde, procesión: imagen del Sagrado Corazón, algún otro santo acompañante (depende del año y de la gente que pueda llevarlo), pendón grande al viento y Santísimo.  Tiempos hubo en que una cosa era la procesión del Corpus, con el Santísimo, y otra la del Corazón de Jesús. Posteriormente se simplificó y el ritual de procesión, que era muy similar, se simplificó, se unificó y quedó solo la del Sagrado Corazón. La del Corpus se suprimió.


Pues en esta procesión (unificada) el pueblo se engalana: se hacen varios altares en diversas calles; se alfombra el suelo con flores, argañas, cantigüeso, ramas de chopo, retamas… En tiempos todas las calles por donde iba a pasar el Santísimo, es decir, la procesión, quedaban alfombradas. Hoy no da la gente para tanto y solo se alfombra a trozos y alrededor de cada altar.  También en tiempo llegaban a hacerse hasta siete u ocho altares. Hoy día con cuatro hay suficientes. En cada altar se para la procesión, se hace el ritual de la exposición del Santísimo, se reza y se da la bendición… Y así se recorren las calles principales del pueblo, hasta volver a la iglesia de donde se salió.











Y se cantaban (y se cantan) canciones como la siguiente:  

1.- Dueño de mi vida,
vida de mi amor,
ábreme la herida
de tu corazón.

2.- Corazón divino,
dulce cual la miel,
tú eres el camino
para el alma fiel.

3.-Tú abrasas el hielo,
tú endulzas la hiel,
tú eres el consuelo
para el alma fiel.

4.-Corazón divino,
qué dulzura dan
de tu sangre el vino,
de tu cuerpo el pan.

5.-Tú eres la esperanza
del que va a vivir,
tú eres el remedio
del que va a morir.

6.-Corazón divino,
Jesús guíame,
si yerro el camino
enderézame.

7.-Yo soy tu vasallo,
tú serás mi juez:
cuando a mí me juzgues,







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