martes, 15 de abril de 2014

Canciones de Micieces de Ojeda: SEMANA SANTA (I)

         






CÁNTICOS DE MICIECES


            Al igual que nuestros pueblos se van quedando sin gente, su patrimonio cultural activo se va perdiendo. Poemas, romances, canciones, dichos, anécdotas, cuentos... que se cantaban en las iglesias o que nos contaban y cantaban al amor del fuego en  las largas noches invernales, son ya desconocidos para muchos.
¡Y es una pena que se pierdan sin más!

            Hemos querido recoger algunos de los más conocidos y significativos de Micieces de Ojeda.
No todos son propios en exclusividad de Micieces, pero aquí se cantaron y aquí los oímos y aprendimos años ha. Y deseamos que, al menos éstos, perduren algo más, aunque sea en la biblioteca gigante de Internet, como pequeña memoria histórica de un pueblo de la Ojeda situado entre la llanura castellana y la montaña palentina.

            Quizá esta simple recopilación anime a otros a rebuscar en las antiguas arcas y sacar más cosas a la luz.
Y quizá algún entendido pueda poner sus melodías en papel pautado para que el modo de cantarlos no se pierda nunca.
              
               Aquí publicaremos cantos de Navidad, de Semana Santa, del mes de la Virgen, otros que tienen relación con hechos y situaciones generales y otros que se refieren a hechos concretos.

Sea todo ello en recuerdo y memoria de los antepasados miciecenses que nos los cantaron y contaron.


CÁNTICOS DE SEMANA SANTA (I)

La Semana Santa (de antes) era muy rica en cánticos que todo el pueblo conocía. Además de los "Calvarios" (Via Crucis) cantados, de los cuales conocemos hasta cuatro versiones, cada día desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección tenía su cántico particular.


A continuación, lo que se cantaba cada día desde el Domingo de Ramos hasta el Viernes Santo:


  
 DOMINGO  DE  RAMOS 

Jesús, que triunfante entró
domingo en Jerusalén,
por Mesías se aclamó
y todo el mundo en tropel
a recibirle salió.

Con muchos ramos y palmas,
jazmines y violetas
que sembraban por la tierra:
por donde el Señor pasaba
se abrían todas las puertas.
Fueron muchos los obsequios
y grandes recibimientos
a nuestro Padre amoroso:
Santo, Santo rey del cielo,
Santo, repitieron todos.

La calles entapizadas
con muchos ramos y telas,
las capas se las quitaban
tirándolas por la tierra
por donde el Señor pasaba.

Dos entradas se le hicieron
con notable variedad:
el domingo entró con palmas,
y volvió el jueves a entrar
con las mano maniatadas.

Con grande triunfo y amor
hasta el templo le llevaron
y las puertas se cerraron,
pero las abrió el Señor:
los judíos se pasmaron.


LUNES  SANTO

Jesús tranquilo fue a orar
por la gracia arrebatado
y quiso al fin derramar
su sangre por rescatar
a los hombres del pecado.

A su Padre en la oración
se dirige fervoroso
pidiendo de corazón
del hombre la salvación
con un acento amoroso.

Cristiano, si consideras
lo que Jesús padeció
y la salvación esperas,
arrepiéntete de veras
pues por tus culpas murió.
Las palabras amorosas
al Eterno dirigidas,
cual plegarias amorosas,
en las regiones gloriosas
fueron por Dios admitidas.


 MARTES  SANTO

Martes Santo se juntaba
en la casa de Caifás
la Sinagoga malvada
que a Jesús sin más ni más
darle la muerte intentaba.

Allí todos contestaron
si merecía la muerte.
Varios juicios se formaron
y por fin, de aquella suerte,
que muera Jesús clamaron.

Unos dicen “viva, viva”.
Mi parecer es que muera
porque predicando está
y nuestra ley verdadera
pronto la derribará.

Por fin todos a una voz
prorrumpieron “muera, muera”.
¿Qué cometiste, mi Dios,
contra esta gente tan fiera
que todos van contra vos?



MIÉRCOLES  SANTO

Miércoles Santo salió
Judas con falsos intentos,
en casa de Anás entró
y junto a los fariseos
de esta suerte les habló:

Príncipes, ¿qué es lo que hacéis?
¿Estáis de Jesús tratando,
de cómo lo prenderéis?
Yo le pondré en vuestras manos
si algo me prometéis.

Y si no le conocéis,
una señal también dejo
para que sepáis quién es:
aquel a quien yo de un beso
es el que habéis de prender.

¡Oh, Judas, falso traidor!
Tú pagarás el pecado
de haber vendido al Señor
en quien todos confiamos
que nos dé su salvación.


JUEVES  SANTO

Jueves por la noche fue
cuando Cristo enamorado
con todo el pecho abrasado
quiso darnos de comer
su Cuerpo Sacramentado.

Sentose Cristo a la mesa
con todo el apostolado,
tomó con si mano diestra
un pan que fue consagrado
y a todos les repartiera.

Antes de haber comulgado
a todos sus pies lavó.
También a Judas malvado
un sermón le predicó,
mas poco le ha aprovechado.

Entró el Señor en el huerto
a orar a su eterno padre,
alzó los ojos al cielo,
sudó raudales de sangre
afligido y sin consuelo.

VIERNES SANTO

Viernes Santo: ¡qué dolor
Espira crucificado
Cristo, nuestro Redentor!
Mas antes dijo angustiado
siete palabras de amor.

La primera fue rogar
por sus propios enemigos.
Oh, caridad singular,
que los que fueron testigos
pronto lo derribarán.

La segunda: un ladrón hizo
su petición especial,
la que Jesús satisfizo
diciéndole: “Hoy entrarás
conmigo en el paraíso”.

A su Madre la tercera
palabra le dirigió
diciendo la recibiera
por hijo a Juan, y añadió
que por Madre la tuviera.

La cuarta: a su Padre amado
dirige con afecto pío,
pues, diciéndole angustiado,
dijo dos veces: “Dios mío,
¿por qué me has desamparado?”

La quinta: estando sediento
por estar tan angustiado,
dijo casi sin aliento:
“Sed tengo”, y allí fue dado
hiel y vinagre al momento.

La sexta: habiendo acabado
y plenamente cumplido
todo lo profetizado,
dijo muy enternecido:
“Ya está todo consumado”.

La séptima: con fervor
su espíritu entrega en manos
de su Padre con amor.
De esta manera, cristiano,
murió nuestro Redentor.





3 comentarios:

  1. Sería muy bonito que compartan la tonada de los cantos para que se sigan cantando

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  2. que alegria ver canciones poesias de semana santa, que tambien se dicen desde hace "150" años en Aldea del rey-Ciudad Real , en la celebracion del prendimiento de Jesus

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Himno a Micieces de Ojeda