martes, 17 de enero de 2017

Micieces de Ojeda. Curiosidades: PALAHIERRO, el valle y el molino.




















El palahierro. Es una pieza de hierro insertada en la parte superior del árbol o eje que sube desde el rodezno. El extremo superior de esta pieza remata en una protuberancia llamada cresta o bellota del palahierro y que engarza en la lama, pieza metálica que se acopla a la muela volandera, concretamente en el lavijero o hueco practicado en la cara inferior de la citada muela, o una serie de muescas o estrías horadadas que lleva la citada muela por debajo. Esa bellota o cresta del palahierro es a veces una especie de cruz o estrella de hierro que encaja en las estrías o muescas de la muela. Al ponerse en movimiento el rodezno, el árbol gira, y el palahierro unido a la muela superior en la lavija, o encajado en las rajas o muescas hechas para este fin, obliga a girar a la piedra superior y hace que su roce con la inferior muela el grano.
El DRA da otro significado a la palabra palahierro. Pero en el habla miciecense y de la zona, el significado es este que digo, y el nombre se refiere a esa pieza concreta. La unión del palahierro con la muela volandera, la que gira, puede ajustarse de formas diferentes, pero el palahierro es la pieza, o piezas, que transmiten el movimiento del rodezno a la muela de arriba.


EL VALLE DE PALAHIERRO

PALAHIERRO es un topónimo que denomina a un valle y a su arroyo. Está situado a la izquierda del camino del Indiviso ─dirección Indiviso desde Micieces─, más o menos a un kilómetro y medio de Micieces,  pasada la caseta de Pepín. El Palahierro actual no se parece externamente al antiguo. El arroyo pasaba antes prácticamente por el mismo centro del valle: hoy su ribera derecha roza la base de la ladera del monte Isarnedo.  Cuestión de aprovechamiento al máximo del terreno cultivable. Por su izquierda, por la otra ladera, sube el camino, que hoy está totalmente roturada, y gran parte de la cima.  Antiguamente solo se cultivaba lo que viene a ser el lecho del valle, lo más fácil de labrar y lo más fértil. Lo demás era monte de roble melojo y encina. Posiblemente también habría tejos en alguna zona. Pero no pinos: el pino de repoblación forestal  es muy posterior, década del 1950, y se ha apoderado de casi todo el monte. De lo que han dejado para que siga siendo monte, porque en tiempos no tan antiguos repartieron tierra a los labradores: es lo que en la zona se ha llamado roturos o quiñones.

Valle de Palahierro (Micieces)



Arroyo de Palahierro.






Subiendo desde el camino del Indiviso, se llega a un punto en el que el valle se bifurca: más o menos pasado, a la izquierda ─lado derecho del arroyo─, el sur del monte Isarnedo, Las Palomas se llama ese paso. Pues desde ahí, un arroyo viene de la Tejera y recoge todo el agua de fuentes y cuenca de la zona norte del alto del Cueto; y otro arroyo baja del norte de los Cotorrillos recogiendo el agua de su cuenca y de sus fuentes.
Y aquí, en este punto en que se juntan los dos arroyos, abajo del paso de Las Palomas, es donde pudo construirse fácilmente un molino. Se dice que antiguamente estos arroyos llevaban bastante más agua que hoy, que en verano bajan casi secos. Y quien regentaba un  molino de este tipo conocía la técnica para aprovechar bien el agua, sacarle el máximo rendimiento y su mayor fuerza sin forzar el terreno y, según la fuerza que daba el agua, tenía calculado perfectamente el tamaño de las muelas y el rendimiento del molino.
Y era muy fácil hacer pasar el tal molino por una casa de campo dedicada a la agricultura y ganadería, o por una dehesa o  algo similar, sin levantar las sospechas de inspectores y de cuantos no deseasen sospechar. En todas partes donde funcionaba un molino furtivo y clandestino lo hacía siempre con la anuencia y el silencio de las gentes del pueblo.  Cuando el fisco los descubría, siempre solía ser por denuncias envidiosas o por alguna desgracia más o menos sonada.

El arroyo en invierno.




En cuanto al que hubo en el Palahierro miciecense, el romance de pliego de cordel. que publicaremos, explica muy claramente cómo funcionaba, el porqué del nombre y su trágico fin.
Después de tantos años de cultivo de las tierras del valle, de los roturos del monte, de talas de bosque y, sobre todo y de forma muy especial, después de las reformas que en el terreno hizo la concentración parcelaria, ni el mejor arqueólogo podría encontrar el más leve vestigio del molino harinero de Palahierro.

José Luis Rodríguez Ibáñez.


Puedes ver también:

- LA FUENTE DE PALAHIERRO.
- LOS MOLINOS OCULTOS DE MICIECES.
- LOS PLIEGOS DE CORDEL.
- LOS MOLINOS DE MICIECES.


Y en la próxima entrada:

- EL ROMANCE DEL MOLINO DE PALAHIERRO.

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